En estos días hemos estado en Madrid, ya que me habían pedido discursar en el primer evento nacional de dōTERRA en España.
Ahora vivo en Suecia, y hacía más de año y medio que no pisaba Madrid. Es una ciudad que bulle de actividad, personas por todas partes, vehículos... En esos momentos noto con fuerza el contraste con nuestra querida Malmö, que si bien es una ciudad relativamente grande, es considerablemente más tranquila.
La diferencia que más me chocó en esta ocasión fue la presencia casi generalizada de ambientadores artificiales. Estaban por todas partes: en los baños públicos, en los taxis, incluso en las entradas de los edificios particulares. En el hotel donde hicimos el evento, los vestíbulos, pasillos y baños estaban inundados de estos "perfumes".
Mi madre suele tener una fuerte reacción de tipo asmático al estar en contacto con aromas artificiales, tanto así que no puede entrar en las droguerías o secciones de supermercado donde se venden jabones y detergentes. En estos días he sufrido por ella, pero también por mí, ya que me resultaba profundamente desagradable y me costaba respirar con esas bofetadas de olores. A mí nunca me habían molestado antes, pero supongo que estoy "malcriando" (¿bien-criando?) a mis glándulas olfativas, rodeada como estoy a diario de aromas naturales de aceites esenciales de grado terapéutico.
En Suecia, las alergias a perfumes sintéticos están plenamente reconocidas, al igual que las alergias a gluten o lactosa. En hospitales se pide que los visitantes no lleven perfume; en sitios públicos no se usan ambientadores; en los supermercados existen los jabones y suavizantes con aroma y sin aroma. Me sorprendió observar que en España se ignora por completo a estos miembros de la sociedad, que sin duda son por lo menos el mismo porcentaje que en Suecia, de personas con hipersensibilidad a aromas químicos.
Lo cual me lleva a contestar la pregunta que tantas veces me hacen: "Tengo alergia a los perfumes / En otras ocasiones, un aceite esencial me ha causado molestias de tipo alergia al aroma. ¿Puedo usar dōTERRA?". La respuesta, afortunadamente, es SI. Reitero a quien me pregunta, que dōTERRA no contiene compuestos artificiales, y que a diferencia de otras marcas de aceites esenciales, estos no contienen nada sintético. Existe, claro está, la posibilidad de que alguien tenga alergia a un aceite esencial en particular - si tienes alergia a los limones (y conocí una compañera de la universidad que no podía cortar limones con las manos porque se le llenaban de llagas), el aceite de limón te daría problemas. Igual si tuvieras alergia a la canela, a la lavanda, o a cualquier otra planta de la cual se extraiga un aceite esencial. Ya que el aceite esencial que dōTERRA extrae contiene la misma esencia que dicha planta.
¿Tienes una reacción alérgica al oler una rosa? ¿No? Entonces el aceite esencial de Rose Touch (aceite esencial de rosa, puro, diluido con aceite de coco) no te debería presentar ningún problema. Y así sucesivamente. Aunque debería añadir, a las variedades naturales de esas plantas (no a variedades regadas de pesticidas y modificadas genéticamente que encontramos en muchos supermercados).
Formaciones del equipo doGAIA
Artículo cedido por cortesía de: Tisha Klemetz
Esta es la web del equipo doGAIA
© 2025| dogaia.com
Todos los derechos reservados